En su cólera las diosas son tan hermosas como el calibre de un revólver. Rigen tan tarde y con maneras tan desordenadas como bellas son en su cólera. Arden, humean y huelen a limpio.
Sus palabras son como de lujuria, pero sin serlo. Y entre tantas cosas bellas solo hay desdén inhóspito.
Hay un viejo retrato que explica todas las verdades de la vida, está colgado de una pared muy alta y reza varias explicaciones: La primera de ellas dice que si bebes demasiado rápido probablemente acabes tragando los restos del vaso. La segunda alardea de ingenua, pero no lo es: solo has de caminar para recordar las piedras del camino. La tercera es terrible y es cierta. Cuando llega la noche solo hay putas e ingratos ignorantes.
1 comentário:
Interesante post Rita, gracias.
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